lunes, 18 de enero de 2010

Marina es una chica malagueña que tras el asesinato que acabó con la vida de sus padres en plena Guerra Civil, se marcha a París, ciudad inmersa en el ambiente de la II Guerra Mundial con la numerosa presencia de militares nazis.
La joven vive feliz, en la cumbre de su carrera como pianista, rodeada de seres queridos como su amiga Deray y su familia, y su amigo Picasso. Mostrándose enérgica y vivaz, a pesar de todo el dolor que ha pasado por la muerte de sus padres y amigos, continuando adelante con su vida, echándole cara al mundo. Y es esa energía precisamente lo que llama la atención del general Erich Kennen, un importante dirigente nazi.
Éste se interesa por ella obsesivamente y decide investigar. Es así como descubre que sus padres murieron asesinados partidarios de la República, su afición a la lectura y al piano, su historia amorosa con un militar de las Brigadas Internacionales, y otras muchas cosas que le apasionan. Y así consigue llegar hasta su casa y hacerla suya a la fuerza.
Esto supone un gran shock para Marina, que acaba de sufrir la muerte de su amiga ante sus propios ojos, mientras ella ofrecía un concierto en honor al hijo de ésta muerto poco antes por una enfermedad. Por esto, cuando es secuestrada y llevada a casa del general, habla con su madre y su padre, recuperando la ilusión por vivir ante ese indicio de que sigan con vida.
Y así es como Marina no se hunde, sino todo lo contrario. Y es que desde el momento en que puede acabar con la vida del general y decide no hacerlo, sino curarle la herida que ella misma ha causado, comienza a surgir entre ellos algo especial.
Él ya no sólo está obsesionado con ella, sino que la protege del general Keitel quien la tortura e intenta matarla para satisfacer sus deseos y torturarlo. Y Marina deja de verle como un monstruo, para verlo como un hombre mitad ángel mitad demonio, que siempre aparece cuando necesita ayuda, pero quien también la ha herido.
De esta forma ambos se enfrascan en la interpretación de unos textos que el general ha mandado traducir, uno, el que más interesa al mariscal pertenecía a Leonardo Da Vinci, otro sospechan que podría ser una parte original del Génesis del Nuevo Testamento, mientras que en otro se hace referencia a la Batalla de las Navas de Tolosa y el último pertenecía a la condesa de Báthory.
Sin embargo todos tienen algo en común, y es que en ambos aparece una bella joven de melena pelirroja.
Kennen, enseña los textos a Marina, a sabiendas que no podrá soportar su curiosidad y que su ayuda podrá ser útil, en lo que lleva razón, pues juntos consiguen llegar a la conclusión de que esa mujer pelirroja, es Lilith la primera mujer, anterior a Eva, la cual no quiso someterse ni a Dios ni a Adán. El otro yo de Dios, su adversario, el Diablo. Sin embargo, Kennen va más allá, e identifica a Lilith, la mujer que abandonó el Paraíso desobedeciendo a Dios y que camina errante a través de los tiempos, causante de absorber la energía, con la Muerte, es decir, Marina.
Y es que es Marina, una joven y atractiva pelirroja que domina el arte de la música emitiendo ondas y luz cuando toca el piano conmoviendo a todo el mundo, ella, que una vez al ser atacada por un militar hizo saltar chispas al ser apuntada, ella que lleva la muerte a todo aquel que se le acerca demasiado, ella es la Muerte.
Y es Marina quien causa la muerte al ser más querido que le quedaba con vida, Kennen, que muere enfermo con la sangre envenenada. Quedando ella con su Dragón, que siempre le ha acompañado, y su perro, Pancho, que como animal que es no teme a la muerte sino que la considera su amiga, vagando por toda la eternidad, conocedora de su realidad que siempre le acompañará hasta el fin de los tiempos.